Necesidad de demostrar que son algo más que un sinfín de etiquetas construidas a lo largo
de su corta vida y reiteradas por los profesores que ya les conocen. [...)
Comencé a pasar lista' con la esperanza de que la lectura en voz alta de sus nombres
sirviese de sortilegio, de hechizo~ verbal con el que conjurar al grupo y convertirlo en una simple suma' de individuos. Adolescentes, en realidad. Los nombres se sucedían*
monótonos. Alicia. Marcos. Ahmed. Christian. Adrián. Algún compuesto infame
herencia de los horrores de los noventa. Eva Mariana. «No, profe, a mí llámame Meri.
Así, con e. Todos me llaman Meri». Adolfo. Raúl. Antonio. «Toni, no Antonio».
Mercedes. «Mer». Yvette. Mario. Angela. Sandra... Treinta y un nombres con treinta y
una preferencias. No solo hay que memorizar la lista, también es preciso recordar® cómo
quieren ser llamados. Existe una distancia a veces invisible entre el nombre auténtico y la
identidad que ellos se han construido, pero bastan estos cinco minutos pasando lista para saber que Toni solo será Toni si lo llamas así, y que probablemente Mer y Mercedes sean
dos mujeres muy distintas.
Fernando López, La edad de la ira, 2011.
1. faire l'appel 2. une incantation 3. une somme 4. se succédaient 5. un infâme héritage
6. se souvenir
PREGUNTAS =
1. Identifica a los protagonistas de esta historia y sitúa la
accion.
2. ¿Qué te sugiere la expresión utilizada: «un sinfín de
etiquetas»?
3. En tu opinión, ¿qué espera el narrador al pasar lista?
4. ¿ Cuáles son las preferencias de los jóvenes? Apunta
algunos ejemplos.
5. ¿Y tú? ¿Sueles usar apodos para ti mismo o para
Ilamar a tus compañeros? ¿Por qué?
6. Pon en evidencia la brecha que puede separar a los adultos de los adolescentes.
Merci d'avoir visité notre site Web dédié à Espagnol. Nous espérons que les informations partagées vous ont été utiles. N'hésitez pas à nous contacter si vous avez des questions ou besoin d'assistance. À bientôt, et pensez à ajouter ce site à vos favoris !